Como cualquier otro tinerfeño, más aún, mago en cierta medida, me siento maltratado.
Maltratado por los gobernantes y dejado de la mano de Dios, que si no es por éste último sería ahora mismo un pinchito de feria.
Maltratado por los que vienen a prostituir la sociedad, aquella en la que casi todo el mundo se conocía. En la que no hacía falta asegurarse uno de nada, en la que incluso podías ir de fiesta tranquilamente cualquier noche a cualquier sitio.
Maltratado por los "señoritos" de ciudad, que lo más cerca que han estado de un animal de granja es en un zoológico y a lo mejor de Barcelona, y que ahora saben mucho sobre el monte isleño y de meteorología.
Maltratado por el funcionariado mediático. Lo de la TV pública en cualquiera de sus versiones (estatal y autonómica) es un insulto al sufrimiento de la audiencia a la que aspiran, por lo menos en algún caso, capturar. Sepan que los incendios no se apagan por la noche para luego seguir por la mañana, y que caseríos como el de Masca no los hay en ningún otro lugar por lo menos canarioparlante. Otras cosas se arreglan con dinero, esto no.
Y estamos fatal por lo ocurrido en Gran Canaria, donde toda la isla huele a quemado, pero por lo visto el fuego con llamas de más de 15 metros de altura que hubo en Los Realejos entre las 09:45h. y las 17:00h. del pasado lunes era de broma. Cachondeo para todos los medios excepto para algunos locales, privados, cuyo trabajo ha servido para que las personas de la calle supieran de sus familiares ubicados en las zonas de la catástrofe, saber cómo está la situación en cada momento en cada lugar, con cada alcalde haciendo llamamientos que tanto el Cabildo como el Gobierno desatienden...hasta acabar donde se acabó. En la miseria, en el infierno. Los dirigentes de los medios públicos sobre todo televisivos, que con esto confirman que de dichos medios no tienen ni puta idea, no deberían dimitir, alguien debería echarlos a patadas.
Mi agradecimiento, reconocimiento y homenaje a todos aquellos que han estado informando al minuto, algunos como La Radio En Color durante 35 horas seguidas, con escasos medios pero con gran profesionalidad y sobre todo humanidad.
Maltratado por los gobernantes y dejado de la mano de Dios, que si no es por éste último sería ahora mismo un pinchito de feria.
Maltratado por los que vienen a prostituir la sociedad, aquella en la que casi todo el mundo se conocía. En la que no hacía falta asegurarse uno de nada, en la que incluso podías ir de fiesta tranquilamente cualquier noche a cualquier sitio.
Maltratado por los "señoritos" de ciudad, que lo más cerca que han estado de un animal de granja es en un zoológico y a lo mejor de Barcelona, y que ahora saben mucho sobre el monte isleño y de meteorología.
Maltratado por el funcionariado mediático. Lo de la TV pública en cualquiera de sus versiones (estatal y autonómica) es un insulto al sufrimiento de la audiencia a la que aspiran, por lo menos en algún caso, capturar. Sepan que los incendios no se apagan por la noche para luego seguir por la mañana, y que caseríos como el de Masca no los hay en ningún otro lugar por lo menos canarioparlante. Otras cosas se arreglan con dinero, esto no.
Y estamos fatal por lo ocurrido en Gran Canaria, donde toda la isla huele a quemado, pero por lo visto el fuego con llamas de más de 15 metros de altura que hubo en Los Realejos entre las 09:45h. y las 17:00h. del pasado lunes era de broma. Cachondeo para todos los medios excepto para algunos locales, privados, cuyo trabajo ha servido para que las personas de la calle supieran de sus familiares ubicados en las zonas de la catástrofe, saber cómo está la situación en cada momento en cada lugar, con cada alcalde haciendo llamamientos que tanto el Cabildo como el Gobierno desatienden...hasta acabar donde se acabó. En la miseria, en el infierno. Los dirigentes de los medios públicos sobre todo televisivos, que con esto confirman que de dichos medios no tienen ni puta idea, no deberían dimitir, alguien debería echarlos a patadas.
Mi agradecimiento, reconocimiento y homenaje a todos aquellos que han estado informando al minuto, algunos como La Radio En Color durante 35 horas seguidas, con escasos medios pero con gran profesionalidad y sobre todo humanidad.
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